Después de este lapsus depresivo que hemos padecido en los pródromos de estas fiestas navideñas, que no sabemos calificar si de "entrañables" o "familiares" (tan horrorosos epítetos no nos satisfacen para nada), volvemos a la carga con una felicitación para todos los que accedéis a este blog (de selecto y exquisito seguimiento por lo que se puede ver).
No os vamos a desear como siempre paz y amor, ni felices fiestas ni nada parecido. Sólo os animamos a que seáis vosotros mismos sin importar el que dirán, a sentiros contentos y orgullosos de ser lo que sois, en definitiva a que seáis auténticos, a que tengáis fuerza interior para superar los problemas que plantea la vida en cada esquina... y todo eso que se dice en los manuales de autoayuda (aunque nosotros no pretendemos ser psicólogos de tres al cuarto ni nada parecido, sólo que estamos hasta el gorro de los síndromes depresivos y de las obsesiones compulsivas con tendencias autolíticas que asolan nuestras vidas y la de muchos que nos rodean, si bien no se dan cuenta de que están bastante mal)
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